sábado, 21 de enero de 2012

Trozo de vida: Empatía



Es la materia que fluye desde tu corazón, la que no tiene límites entre tú y el otro, la que teje sin que lo puedas controlar puentes invisibles cosas impalpables.



Es un poco tener como unas antenas táctiles, un brazo de pulpo que te transmite de inmediato la situación de otra persona a una tal intensidad que no te parece el resentido de esta persona sino tu propio resentido. Tú te ha borrado a tal punto que llegas a no ser, al invisibilidad de tu propia esencia, solo lo que existe en ti es lo que resientes a través de este hilo conductor invisible, pero tan real. Lo que sientes te invade por completo, te quita cualquier distancia color de piel consideración física, nada existe más que la otra persona. Es como abrazarla en el vacío.


Es invasor incontrolable, estabas tú y eres este otro, su resentido su dolor, a veces su felicidad también, lo que nace de unas situación que ni has evaluado por completo. Esto abarca cualquier sentimiento de los que puedes percibir, y creo que te pide lanzarte al vacío sin nada de herramienta en un acto que ni está destinado por ti: a veces estas tocando algo casi inaguantable, todo te llena te invade te borra por lo que sientes.


Es invasión, es un símbolo de la unidad a la que aspiras llegar con el universo, es desequilibro, es amor al estado bruto.


Empatía, de ella llegas como una somnámbula en un sueño real que te tu no existes a la primera persona, existes a través de lo que sientes. Esto te invade y coge el mando. No puedes controlar nada a partir de este instante, te conviertes en un campo de vibración completa mente autónomo y que va actuando en favor de otra persona. No hay nada por ganar, nada por perder, no hay medida solo algo surge como una urgencia prima.


Ni te solicitas permiso por actuar todo pasa en segundo plano, tú te transformas en intención pura. Has acabado de existir, solo sientes y actúas por un objetivo a veces tan lejano de ti como extranjero a lo que eres en tu propia fibra. Eres consciente, lucida pero ni te haces preguntas, ni te controlas, ni sabes exactamente lo que estas proporcionando en tu acto, no importa nada, no queda nada de tu perfil personal.


Te transformas en un objetivo, un acto o una seria de actos. Este acto o seria de actos no pueden ni traducir lo que eres, solo contra tu intención de proporcionar ayuda, ni sabes como la persona va a reaccionar ante tu acto, y actúas por ella le das lo que se te viene del más hondo de tu ser.


Todo te puede esperar, todo hasta puede ser que la persona por la cual estas actuando, como ni te pidió nada, puede ser que no apreciara tu actitud, tu implicación. Pero a decir verdad ni te importa, porque ni tienes actitud particular, te transformaste sin más en acción. Ni te importa lo que van a pensar de ti, aun menos si te van a rechazar criticar, da todo igual. Todo.


De esto solo sale que intentaste algo por el puro acto en si por haber recibido algún impacto en tu persona, al acercarte demasiado de una situación a un momento dado. Nunca importa el resultado, no hay nada que conseguir sino prestaste el mejor de ti a contribución.


Sales de estas situaciones como volviendo a tomar consciencia, ni sabes si tienes cansancio, hambre...Todo esto sigue sin importarte. Poco a poco vas a tomar de nuevo tu realidad. Ella se infiltra, vuelves en encontrar tus marcos, es como un despertar.


Seguramente no era del todo bonito, porque tanto te implicaste que despertaste reacciones de las que ni te has dado el tiempo de imaginar, no había tiempo, era y sigue siendo secundario.


Siempre cada uno de estos actos se acaban con esta conclusión; al menos lo intentaste, hiciste del mejor que pudiste, no hay nada que ganar ni perder .Solo te dejaste fluir, invadir seguramente, ante una situación que te despierto algo como una intolerancia al dolor de otra persona.


Esto me llama la atención si relaciono este tipo de vivido a lo que son los niños índigos por ser una de ellos.


Esta intolerancia al dolor ajeno...


El hecho de borrarse completa mente, entregarse en una situación por haber recibido un impulso " magnético" incontrolable.


El no ser comprendido por la sociedad.


Abrazos de luz,


Sidoni.

No hay comentarios:

Publicar un comentario