Había un incendio en un gran bosque de bambú; el incendio formaba llamadas impresionantes, de una altura extraordinaria y una pequeña ave fue al río, mojo sus alas y regresó sobre el gran incendio y las empezó a sacudir para apagarlo; iba:::::**** volvía una y otra vez; Dios la observaba sorprendido le pregunto: ¿Por qué estás haciendo eso? ¿Cómo crees que con esas gotitas de agua puedas tú apagar un incendio de tal dimensión? Date cuenta que no lo vas a lograr:::::*** Y el ave humildemente contestó: “Padre……el bosque me ha dado tanto… Yo nací en él::::::***** Este bosque me ha dado todo mi ser, es mi origen, mi hogar y me voy a morir lanzando gotitas con amor, aunque no pueda apagar el incendio, tampoco puedo ver que el bosque se queme sin hacer nada, aunque sea poco, haré lo que pueda hacer” Dios vio el gran amor de esa pequeña ave y le ayudo a apagar el incendio. “Cada gotita de agua ayuda a apagar un incendio. Cada acción que con amor y entusiasmo emprendemos hará un mejor mañana. No subestime sus gotitas de amor porque millones de ellas forman un océano:::::****** Todo acto que con amor realizamos, regresa a nosotros multiplicado:::::******
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